“El gobierno ha adoptado
decisiones valientes y la verdad es que los efectos de la recuperación
económica ya se están notando.” Son declaraciones de Mariano Rajoy de febrero
de 2012, al inicio de la legislatura. En su balance de gobierno de hace unas
semanas Rajoy afirma: “este es el año de la consolidación de la recuperación
económica. España es el país que más crece en Europa y el que más empleo crea.”
Falso. España no es el país que más crece, ni el segundo, ni el tercero, ni el
cuarto…es el octavo, inmediatamente detrás de Estonia, Lituania o Eslovaquia.
¿Lo digo yo? ¿Lo afirma alguna organización subversiva? No. Lo dice y expone
objetivamente Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, con datos
públicos que cualquiera puede encontrar en su página web (¿pero quién le hace
hacer el ridículo y le escribe las intervenciones a este hombre con
afirmaciones que se desmienten con tanta facilidad?)
Lo cierto es que el relato de
la recuperación económica ha sido una constante en el discurso de Rajoy y del
PP en estos últimos cuatro años. Ya en el 2012 no le tembló la voz al hablarnos
de “las navidades de la recuperación”. Esta fe subjetiva en la “milagrosa”
recuperación, unido al incumplimiento total del programa con el que se presentó
a las elecciones, son la marca de la casa del PP.
¿Recordáis cuando Rajoy
prometió “no tocar” las ayudas extraordinarias de los 426 euros mensuales a los
parados sin cobertura social hasta que el paro no bajase del 20%? Mentira. El
PP añadió nuevos requisitos para tener derecho a recibir esta última ayuda
que evita que los ciudadanos sin ingresos caigan en la pobreza. ¿Resultado? El
número de beneficiarios se ha reducido en un 64% especialmente entre los
jóvenes. Y no, no ha sido porque haya crecido el trabajo juvenil.
Y cuándo, con total desparpajo,
afirma que “España ha conseguido superar la crisis sin menoscabar el sistema de
protección social.” ¿Pero como puede tener la desvergüenza de decir estas cosas
después de ejecutar multimillonarios recortes en sanidad, educación y
dependencia? Cuando incluso las partidas destinadas a combatir la violencia de
género se han recortado… Por no hablar del “medicamentazo”, la retirada de
tarjetas sanitarias, el copago del precio de algunas medicinas por parte de los
pensionistas, el pago del transporte sanitario, de sillas de ruedas, de
audífonos, prótesis, etc. Todo ello debidamente oculto detrás del mitológico
discurso de la recuperación económica y sus prodigiosos resultados.
Todo lo dicho demuestra hasta
que punto la concepción de la “milagrosa” recuperación económica ha arraigado
en la mente de Mariano Rajoy. Mientras el común de los ciudadanos –que viven
una realidad muy distinta- y de los economistas solventes –que refutan este
discurso triunfalista trufado de medías verdades cuándo no directamente de
mentiras- se muestran estupefactos ante tanto triunfalismo económico la
convicción “Rajoyniana” del PP sitúa la “milagrosa” recuperación en el ámbito
de la epopeya, lo fantástico y incluso lo fantasmático, en el sentido literal
de la expresión.
El PP llega al final de la
legislatura con un paro superior al 20% y con la pobreza y las desigualdades
sociales en cifras récord sin precedentes en democracia pero, a pesar de que la
realidad cuotidiana lo desmiente cada día, para Rajoy y el PP la mítica
recuperación es un hecho incuestionable que tan solo el azar y la mala suerte
han evitado que se pudiera realizar a una escala superior. Aunque los propios
corifeos de su gobierno hayan arrinconado el discurso de la “milagrosa”
recuperación al desván de la comedia nacional el PP se ha pasado la legislatura
prometiendo “resultados sorprendentes” a la vuelta de la esquina.
La verdad es que uno no puede
menos que lamentar que la innegable vocación política de Mariano Rajoy y su
también inigualable imaginación y capacidad metafórica hayan venido a truncar
una posible y exitosa trayectoria como escritor de novelas de ciencia ficción.
¡Qué autor del género fantástico ha perdido el mundo!
Article de Joan Ruiz publicat al diari Més Tarragona
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada