divendres, 27 de maig del 2016

RAJOY Y EL MITO DE PROMETEO



“España ha entrado en un circulo económico virtuoso. Es el país europeo que más crece y que más empleo genera. De hecho, en los próximos años podremos hablar de un milagro económico español.” Se trata, solo, de las últimas declaraciones triunfalistas de Mariano Rajoy en relación a la situación económica del país. La verdad es que no deja nunca de sorprenderme…lo cierto es que tanto Rajoy como el PP llevan años alardeando y sacando pecho de que sus políticas de recortes han propiciado este autodeclarado “milagro económico” que nos ha hecho entrar en un “circulo virtuoso”.

Tal vez los millonarios insolidarios que tienen su dinero escondido en cuentas opacas en Panamá compartan esta alegría. Por desgracia, los ciudadanos que viven en carne propia el drama del paro, los jubilados que han visto perder el poder adquisitivo de sus pensiones y los jóvenes que contemplan su futuro laboral sin esperanza no comparten el entusiasmo delirante de Rajoy y de los estrategas del PP sobre este hipotético “circulo económico virtuoso” en el que presuntamente estamos instalados.

Me he preguntado muchas veces sobre la sinceridad de Rajoy. ¿Es posible que alejado de la realidad que se vive a pie la calle y transformando alguna estadística macroeconómica en la madre de todos los indicadores se haya autoconvencido del mito del “milagro económico” impulsado por su gobierno? Tal vez se vea a sí mismo como a un héroe titánico que ha robado a los dioses la formula de la virtud económica eterna y se lo ha entregado a los hombres. De hecho, si nos imaginamos por un momento que Prometeo en lugar de una antorcha lleva un presupuesto laminado por recortes de prestaciones y derechos sociales podamos comprender un poco como Mariano Rajoy se ve a sí mismo.

No lo sé. En todo caso el mismo día que Rajoy y sus corifeos de la calle Génova nos iluminaban el día subrayando el “extraordinario” crecimiento económico español –el mismo día, reitero- la encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística alerta que casi el 30% de los ciudadanos de este país está en riesgo de pobreza y de exclusión social. Es decir, que tienen graves problemas para poder pagar sus necesidades básicas. ¿Qué necesidades? La mayoría no pueden comer carne o pescado con regularidad, no pueden poner la calefacción durante los meses de invierno, no tienen dinero suficiente para poder comprarse una lavadora, por ejemplo, si la que tienen se estropea y, por supuesto, tienen gravísimas dificultades para llegar a final de mes (en caso de lograrlo). No podemos, pues, hablar de ninguna realidad objetiva “virtuosa” (quede claro que hablamos de datos oficiales del mismo gobierno, no de estimaciones estadísticas) sino más bien de un crecimiento desmesurado de la pobreza y de las desigualdades sociales que hay que rectificar y combatir.

Este es el compromiso de los socialistas y por ello queremos gobernar después de las elecciones del 26 de junio. La pobreza y las desigualdades siempre se han reducido con gobiernos de izquierda y siempre han aumentado con la derecha en el poder. El cambio hoy es más necesario que el 20 de diciembre porque miles de personas han visto como su situación económica lejos de mejorar, empeoraba. Un cambio que solo esta garantizado con un gobierno socialista liderado por Pedro Sánchez abierto al dialogo con las otras fuerzas que quieran trabajar para transformar a mejor este país, sin exclusiones ni vetos.

Ya sabemos lo que hará el PP en caso de seguir en el poder: mientras ahora juran sobre lo más sagrado que no van a recortar más políticas sociales, al mismo tiempo, de tapadillo, envían una carta a la Comisión Europea para decirles que, en caso de ganar las elecciones, van a seguir recortando nuestro Estado del bienestar. El mito de Prometeo vuelve a perfilarse en el horizonte. También sabemos lo que harán los que prometen la revolución para mañana pero pasado mañana votan NO con los diputados del PP para evitar un cambio real con presidente socialista. Ni Pablo Iglesias ni Julio Anguita votaran nunca la investidura de un presidente socialista, todos lo sabemos.  


No. Hay que pasar página tanto del mal gobierno del PP como de los vetos ideológicos del comunismo de siempre. Los ciudadanos podemos decidirlo en las urnas de aquí a un mes. Hoy el cambio es más necesario que nunca para acabar con las mentiras y la corrupción que han campado por sus respetos estos últimos años.       

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada