dijous, 5 de desembre del 2013

LA LUCHA CONTRA EL SIDA CONTINUA



El día 1 de diciembre es el día mundial de la lucha contra el SIDA, en la actualidad la gran mayoría de la población es conocedora de la existencia del virus, aunque siguen habiendo dudas sobre las formas de contagio. Además, como consecuencia de los recortes se han reducido o eliminado las campañas de prevención e información que mantenían alerta a los ciudadanos ante las prácticas de riesgo de transmisión y las secuelas de la enfermedad.

Desde 1988, año en que se conmemoro por primera vez este día, esta pandemia ha matado a más de 25 millones de personas en todo el mundo y se calcula que hay uno 36 millones de personas portadoras del VIH.  Y hemos de reconocer que durante los últimos 25 años de lucha activa contra el SIDA se ha avanzado mucho en el conocimiento de la enfermedad y del virus, pero siguen existiendo lagunas y todavía hoy podemos observar como muchas personas siguen sin comprender que por ejemplo ser seropositivo, es decir ser portador del VIH no significa desarrollar y padecer la enfermedad del SIDA.

El SIDA tuvo su mayor propagación durante los años 80s, aunque los primeros casos datan de principios del siglo XX, pero una vez más hasta que no afectó al primer mundo no se dejó de mirar para otro lado. Durante esos primeros años de propagación de la enfermedad tener el SIDA era una sentencia de muerte, a los pocos años de contraer el VIH se desarrollaba el SIDA y eso significaba que entre 3 y 5 años después el paciente moría. La sociedad trataba a los enfermos como auténticos parías haciéndoles ese duro y doloroso proceso aún más difícil. Aparte de todos los prejuicios y desconocimiento que rodeaban la manera de contraer y contagiar la enfermedad se tenía que añadir el hecho de que la mayoría de la gente que contraía el SIDA en los 80 eran los homosexuales, creyéndose durante mucho tiempo que esta enfermedad solo afectaba a este colectivo. Pues bien, hoy en día el 50% (60% dependiendo del país) de las personas que tienen la enfermedad son mujeres.

Durante la década de los 90s llego la comprensión, tanto de la enfermedad como de la gente que la padecía gracias a películas  como Philadelphia o campañas publicitarias como el “póntelo, pónselo”. Al mismo tiempo que se producían grandes avances médicos en este campo, y contraer el VIH ya no significaba tener el SIDA, ni tener que morir. Gracias a los medicamentos el virus podía paralizarse, y aunque se convertía en crónico era controlable.

A las personas como yo que rondamos la trentena y que recibimos clases de educación sexual en el instituto y se nos informó a través de la televisión sobre la enfermedad tenemos claro el concepto de la enfermedad y que se trataba de una enfermedad que en una gran cantidad de casos debía su contagio a la transmisión sexual. Y gracias a esa información personas de mi edad somos conscientes de que el preservativo es el único método anticonceptivo que evita el contagio, aunque a la Iglesia Católica y a los más conservadores de nuestra sociedad les de por continuar diciendo que “usar el condón es pecado”.  Por desgracia a los que vivimos aunque fuera siendo muy pequeños los 80s también nos quedó claro que no debía compartir jeringuillas, pues los casos de drogadictos contagiados de VIH se contaban a miles en esa época.

Lo preocupante es que a día de hoy esta enfermedad parece que ha pasado tan de moda como los radiocasetes, ya no hablan de ella en las noticias ni le dedican espacio publicitario, y en mi opinión nos estamos olvidando de explicarles a las generaciones más jóvenes que deben tener cuidado porque continua ahí.

Se debe informar de los riesgos de las prácticas sexuales sin protección, o de como el compartir instrumental para el consumo de drogas puede acarrearles un problema tan o más peligroso que la drogadicción.
En la actualidad los jóvenes se inician en el sexo a edades muy tempranas y existe todo un abanico de posibilidades en métodos anticonceptivos, cosa que esta genial, pero no debemos olvidar que solo hay uno que además puede evitarnos el contagio de las enfermedades de transmisión sexual, no debemos olvidar que hoy en día la mayoría de gente que padece esta enfermedad no sabe que la tiene.

Desgraciadamente y como remarcaba antes las políticas de los gobiernos de derechas que ostentan el poder en Catalunya y España cada vez recortan más también en este tipo de políticas de prevención de contagios, pero además cada vez se están acercando más al mensaje de la Iglesia contrario al uso del preservativo, y desgraciadamente los jóvenes y las jóvenes que está empezando a tener sus  primeras prácticas sexuales no están recibiendo la educación y formación sexual adecuada.

Desde la Joventut Socialista de Catalunya creemos que es muy importante que cada 1 de diciembre se recuerde la enfermedad, se hable de ello en las noticias y los periódicos, se salga a la calle a informar a la gente y se intente recaudar el mayor dinero posible para seguir estudiándola y que el siguiente paso sea poder curar el VIH, como que eso no solo pase el día 1 de diciembre.


Desde la conciencia de existencia del problema queremos hacer un llamamiento a los gobernantes para que se conciencien de que es un tema lo suficientemente importante como para que se destinen más fondos públicos para la investigación de tratamientos paliativos y de cura de la enfermedad, y para seguir informando a la sociedad de los riesgos y problemas que acarrea.

Article de Mireia López publicat al diari Més Tarragona  

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