Hoy hace ya casi 7 años, recuerdo una de las primeras prácticas de Derecho Civil que nos encomendaron en la Universidad. Para entonces estaba estudiando en la Universidad de Zaragoza y me sorprendía lo conservadora que era la filosofía de dicha Universidad. Al principio escuchaba con recelo algunas de las clases porque me sorprendía la visión tan diferente que tenia con algunos profesores, especialmente con los del Área de Derecho civil.
Pues bien como decía al principio, una vez empezado el curso, tras la victoria de las elecciones Generales de 2005 nos encargaron que realizáramos un estudio sobre la Constitucionalidad del llamado Matrimonio Homosexual. Recuerdo las caras de la gente, e incluso alguna compañera que se me acerco a decirme que aunque creía en la igualdad de derechos, le daba miedo la posición del Profesor que nos había encargado el estudio, que tras anunciarnos el tema nos dijo: “rezaré por todos aquellos que crean que es Constitucional.” Evidentemente yo defendí la Constitucionalidad.
Desde la firmeza de mis principios y creencias recordé que para argumentar o justificar determinados preceptos no es necesario un estudio dilatado, sino que con una argumentación simple y clara se puede interpretar la Constitución. El Código Civil nos invitaba a interpretar las leyes atendiendo al contexto social, económico… y estábamos en una época de cambios, progreso y cada vez más democracia y libertad. Así, cogí la constitución y leí el articulo 32 que decía: “el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica”.
De ese artículo, que desde mi punto de vista era tan claro, interpretaba que todas las personas (ya fueran hombres o mujeres) podían contraer matrimonio en igualdad de condiciones y sin discriminación alguna, algo que por otra parte protege la propia Constitución en su artículo 14.
Pues resulto que lo que para mi y millones de ciudadanas/os suponía el derrumbamiento del muro de la desigualdad, para el PP y diferentes Organizaciones de corte religioso y conservador, era un ataque hacia la Familia, como si de ellos dependiera mi concepción de vida y familia. Pues bien recurrió la Ley ante el Tribunal Constitucional.
Desde entonces ha llovido mucho, y tras 7 años de la interposición de ese recurso y 22.000 parejas de homosexuales que han contraído matrimonio, el TC por fin ha declarado la Constitucionalidad del mismo por 8 votos a favor y 3 en contra. Una vez mas la coherencia y el criterio de la mayoría de la sociedad se han impuesto ante las ortodoxia conservadora y el ultra catolicismo.
Desde la JSC del Camp de Tarragona, nos alegramos enormemente del fallo del TC y continuaremos luchando por la igualdad de derechos de las personas, puesto que creemos en la igualdad y para poder hacerla efectiva dependemos de la garantía a través de las leyes.
Creemos que todavía queda un gran camino por recorrer para conseguir una igualdad real y efectiva, pero sabemos que este ha sido un gran paso para la Sociedad Española que le debemos al Presidente Jose Luis Rodriguez Zapatero.
Muchas gracias ZP
Mario Burzurí
Candidat del PSC a les eleccions per Tarragona
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